Una cartera es
una combinación de activos, que normalmente se asocia a un conjunto más o menos
diversificado de fondos de inversión y/o acciones. La teoría de cartera trata
de buscar cuál es la combinación óptima, la mejor cartera para cada inversor.
Como se explica en la web de PBI, el problema de la cartera se plantea en un
ambiente de riesgo. Decimos que hay certeza cuando se conoce lo que va a
suceder en el futuro y hay riesgo cuando no hay certeza sobre lo que va a
suceder, pero se conocen las probabilidades de que se produzcan los diferentes
estados de la naturaleza. Finalmente, llamamos incertidumbre al caso en el que
no tenemos información ninguna. Aceptamos que las decisiones se toman en un
ambiente de riesgo, suponiendo que el decisor es capaz de atribuir
probabilidades a los diferentes estados.
En condiciones de riesgo, las
decisiones han de basarse en el conocimiento de la distribución de probabilidad
de los diferentes estados. Suponiendo un único periodo de tiempo, lo que
caracteriza a una cartera será la rentabilidad que de ella se obtiene en dicho
periodo, a posteriori será mejor aquella cartera que ha obtenido una
mejor rentabilidad. Ahora bien las decisiones hay que tomarlas a priori y en
base a una información; dado que hemos definido un ambiente de riesgo,
parece claro que la decisión sobre cuál debe ser la cartera óptima dependerá de
las distribuciones de probabilidad de las rentabilidades de las
diferentes carteras y del perfil del cliente de acuerdo con un test de
idoneidad que es obligatorio elaborar.
- Gestión de carteras
Es un proceso de
combinación de activos en una cartera diseñada según las preferencias y
necesidades del cliente (inversor), seguimiento de la evolución de dicha cartera
y evaluación del resultado.
- El tipo de cliente
Para la gestión de carteras adecuada
hay que crear un sistema que sea compatible con los objetivos del cliente, para
evitar situaciones puntuales de pánico o euforia, que se puede crear a lo largo
de la gestión de la misma, fruto de la oscilación de los mercados de renta
variable. La categorización del cliente se establece en base a las
características subjetivas del cliente, que se ponen de manifiesto en el test
de idoneidad y a las restricciones de su situación fiscal, importe,
necesidad de liquidez, tiempo de permanencia de los fondos, etc.
- Objetivos concretos de la inversión
Que rentabilidad espera el cliente
y que nivel de riesgo está dispuesto a asumir. A mayor rentabilidad esperada,
mayor riesgo.El plazo que está dispuesto a permanecer con la inversión también
condiciona el objetivo de l inversión.
- Estrategia de gestión a seguir
En base a lo expuesto en los puntos anteriores
se establece un plan de actuación o estrategia en la toma de decisiones de
inversión.
- Selección de los activos: Se trata de una distribución de los activos , que parte va a renta fija y que parte va a renta variable.
- Control y medición de resultados: Pretender comparar el patrimonio del inversor antes y después de realizar la inversión, y comprobar si el gestor ha cumplido con los objetivos propuestos y así comparar con los resultados por otras inversiones de referencia.
- Estrategias de carteras
Básicamente son
dos:
- Gestión activa de carteras: Es la
administración de carteras que pretende conseguir un rendimiento superior
a los índices bursátiles, con base en una cuidada selección de activos,
cobrando a cambio una comisión superior al caso de la gestión pasiva de
carteras. Dentro de este tipo de estrategia, encontramos a gestores que
intentan anticiparse a los movimientos del mercado (modificando la beta de
la cartera gestionada), buscando sectores económicos, en función de las
perspectivas económicas.
- Gestión pasiva de carteras: Se trata de
conseguir una rentabilidad igual a la del índice de referencia,
simplemente con medidas de indexación, no utiliza las técnicas de análisis
de valores como son el análisis técnico o fundamental.
Los gestores pasivos tratan de replicar el índice de referencia o
benchmark.
Después de todo
lo expuesto anteriormente os preguntaréis: ¿Cuál es la mejor estrategia, la
gestión activa o la pasiva? En principio la gestión activa debería proporcionar
unos resultados mayores, para compensar los mayores costes que implica. ¿Sabe
usted la estrategia que sigue su gestor de cartera?
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