Vemos probable para el 2010 un entorno económico de crecimiento bajo, inflación baja, tipos monetarios bajos y políticas monetarias todavía expansivas, lo que seguirá siendo favorable para la renta fija y los bonos corporativos. Esperamos rentabilidades positivas por los intereses, pero no caben grandes revalorizaciones en los precios. A los niveles actuales de tipos el riesgo es mucho mayor al alza y cabe, por tanto, esperar mayor volatilidad en los mercados. Tampoco esperamos se estrechen mucho más los diferenciales de la renta fija privada. Va a ser un año para navegar con habilidad entre unos segmentos y otros del mercado.
El entorno es también favorable para la renta variable en el medio plazo. Si bien, el débil tono del crecimiento económico y la retirada de las políticas expansivas-- especialmente las monetarias--, que se irá concretando a medida que transcurra el año, deben poner freno al dinero especulativo y moderar las expectativas de recuperación de beneficios empresariales. Este año esperamos un aumento de la volatilidad, correcciones de mayor calibre a lo largo del camino, y rentabilidades medias en el entorno del 10%, pero una mayor dispersión entre unos mercados y otros, unos sectores y otros y unas empresas y otras.
La evolución de las materias primas y los mercados emergentes son muy elásticos a la política monetaria americana. Las alzas en estos mercados se han financiado en dólares y son muy sensibles a la subida de tipos por la Reserva Federal. Vemos más riesgo en estos mercados. La cotización del dólar /euro va a depender más de la evolución relativa de las economías que de la aversión al riesgo.
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