La gestión de la cartera de valores puede delegarse a una empresa de servicios de inversión, la cual, la gestionara de forma continuada en beneficio de la persona que es titular. Esta delegación de la gestión de la cartera de valores se realiza con arreglo a los mandatos conferidos por el cliente y a este servicio se le denomina gestión discrecional de cartera. La persona que guía, analiza y administra la cartera de valores de un cliente se le denomina gestor de la cartera.
Ventajas de la gestión discrecional de carteras
Acceso a una gestión experta: La gestión de carteras se basa en teorías y métodos muy contrastados a los que se une el buen juicio, la prudencia y visión de futuro que dan la especialización.- Globalidad: Es un servicio que permite el acceso a una completísima gama de activos financieros.
- Flexibilidad: Se adapta al nivel de riesgo que quiera asumir el cliente mediante una gestión personalizada.
- Fiscalidad: Persigue la minimización del coste fiscal. El cliente cuenta, en todo momento, con asesoramiento fiscal sobre el patrimonio gestionado.
- Información completa: Facilita toda la información necesaria para el mejor seguimiento, comprensión y análisis de resultados.
- Confidencialidad: Asegura en todo momento una total discreción. El propio cliente, o aquellas personas que él autorice, son los únicos con acceso a toda la información.
Proceso
En el servicio de gestión discrecional de carteras se sigue un proceso reglado que garantiza la satisfacción del cliente.- Definición de un plan financiero personal
- Construcción de la cartera
- Información sobre el progreso de la cartera
¿Sabes cuál es la diferencia entre la gestión discrecional de carteras de fondos de inversión frente a fondos de fondos perfilados? Descubre dos alternativas diferentes pero al alcance de cualquier inversor.