Creemos que lo peor ha pasado, pero es verdad que las economías no han salido indemnes. El crédito a empresas y particulares no se ha recuperado y continuamos con altos niveles de desempleo y con una gran atonía en el consumo. El futuro está lleno de desafíos e incertidumbres. Se tendran que dar soluciones, con credibilidad para los mercados, al excesivo endeudamiento de Grecia y otros países de la Zona Euro. Es indispensable un saneamiento de las finanzas públicas y asentar la confianza de los inversores en la gestión por los Bancos Centrales y Gobiernos del ineludible proceso de normalización monetaria y fiscal.
Estimamos poco probable un escenario de recaída en recesión de las economías, pero pensamos que la salida de la crisis va a ser muy gradual, lenta, y trabajosa, con notables diferencias entre unos países y otros, recuperación a distintas velocidades. Anticipamos, por tanto, un largo periodo de bajos tipos de interés e inflación en los países más desarrollados y confiamos en el que aquellos países más saneados sigan actuando de locomotoras en la recuperación.
En nuestras estrategias vamos a favorecer todo aquello más alejado de los focos de la crisis, la deuda pública de los países más solventes y la renta fija de países emergentes. En renta variable la de aquellos países que más crecen o están más avanzados en la superación de la recesión. En un escenario, todavía incierto, de soluciones a la crisis de Grecia habría que apostar por un rebote de las Bolsas del sur de Europa—bolsa española—y por el sector bancario tanto en renta variable como en renta fija.
No hay comentarios:
Publicar un comentario